cabildeo (lobbying, en inglés)
En política, la palabra cabildeo puede ser definida como ‘la actividad legal a través de la cual cualquier ciudadano (cabildero) o grupo (lobby) procura persuadir (a través de explicaciones, alertas, informes, protestas) a los legisladores y a otros funcionarios para influir en el contenido o en la interpretación de las leyes y los reglamentos’.
Los ciudadanos y grupos políticamente activos cabildean para que sus pares en el Gobierno conozcan y tomen en cuenta sus intereses. Por ende, se trata de una actividad indispensable en todo sistema democrático, y es inseparable del derecho a solicitar a aquellos investidos con los poderes del Gobierno para remediar agravios. El cabildeo encapsula el conjunto de técnicas que las personas pueden utilizar para consultar e influenciar a sus representantes. La mayoría de estas técnicas —desde testificar en una audiencia legislativa hasta realizar recogidas de firmas— son beneficiosas. Casi siempre, el cabildero es un ciudadano común, aunque los grandes lobbies pueden contratar cabilderos profesionales.
A veces se habla del lobbying como un acto de corrupción. Esto ocurre cuando se percibe que un grupo organizado o persona con poder económico está corrompiendo la ley para servir a sus propios intereses. Existe un conflicto de interés cuando un agente gubernamental recibe un beneficio propio a cambio de moldear la ley para servir a los intereses de alguna entidad privada. Estas interacciones, sin embargo, se definen como cohecho. Las dos más frecuentes que se confunden con el cabildeo son las puertas giratorias (a los legisladores y a los reguladores les ofrecen trabajos lucrativos en la industria a cambio de su favor) y la agregación de contribucionesde campaña (los numerosos miembros de un lobby le ceden sus contribuciones de campaña a un cabildero profesional, y este aprovecha la extraordinaria suma para capturar la conciencia del candidato). Cuando la compra de conciencia se legaliza o de otro modo forma parte de las campañas de presión, esto es indebido, pero cabildear (exponer, alertar, informar, protestar para convencer), por sí solo, no lo es.